Cómo las flores pueden ayudarte a superar una etapa difícil
Cuando atravesamos un momento difícil —ya sea una pérdida, un cambio, una ruptura, una incertidumbre— buscamos recursos para sanarnos desde dentro. Las flores pueden convertirse en aliados silenciosos durante ese proceso. A través de la florterapia, la contemplación, el ritual y la creación floral, podemos acompañar nuestro duelo emocional, restaurar la esperanza y fortalecer el bienestar interior.
En este artículo, exploraremos cómo las flores afectan nuestras emociones, qué respaldo científico hay detrás, cómo usarlas de forma práctica y cómo tus talleres florales pueden servir como espacios de acompañamiento creativo.
Por qué las flores tienen potencial terapéutico
Lo que una flor puede hacer por ti, incluso en los días más grises
Las flores tienen esa capacidad silenciosa de tocar lo que no siempre podemos nombrar. Su presencia, a veces sutil, puede darte la sensación de compañía cuando te sientes sola, o traerte un respiro cuando todo parece pesar. No se trata solo de belleza, sino de cómo esa belleza se posa en tu día. Basta con verlas para notar que algo se suaviza dentro.
No es casualidad: diversos estudios han mostrado que tener flores cerca puede elevar el estado de ánimo, reducir la ansiedad y mejorar nuestras interacciones. Incluso un estudio de la Society of American Florists confirmó que la presencia de flores genera emociones positivas y fortalece el bienestar emocional. Puedes leer el estudio completo aquí.
Qué mecanismos operan en el fondo emocional
- Atención plena (mindfulness floral): centrarte en ver, oler y tocar flores te ancla al presente y te aleja del remolino mental.
- Estimulación sensorial suave: aroma, textura, color, forma; esos estímulos activan emociones agradables.
- Simbolismo y proyección emocional: elegimos flores que “nos hablan” en el momento, proyectando en ellas lo que sentimos.
- Creatividad como catarsis: manipular flores, diseñar arreglos y transformarlas es también una forma de liberar emociones contenidas.
- Renovación cíclica: reemplazar flores marchitas por flores nuevas simboliza el proceso de dejar ir y permitirse renacer.
Cómo usar las flores en tu proceso de sanación
Aquí tienes pasos y técnicas para incorporar las flores como herramientas reconfortantes:
Ritual inicial de acompañamiento floral
- Escoge una flor que te “llame la atención” ese día, sin pensar demasiado.
- Colócala en un jarrón o recipiente sencillo.
- Dedica unos minutos para observarla: su color, forma, textura.
- Permítete conectar con una emoción que surja —tristeza, nostalgia, agradecimiento— sin juzgarla ni forzarla.
- Escribe una breve reflexión sobre lo que te transmitió esa flor.
Ritual de liberación floral
- Toma flores —pueden ser secas, preservadas o frescas— y elabora un arreglo que simbolice lo que quieres dejar ir (una emoción, un recuerdo).
- Puedes combinar flores marchitas con flores frescas, como metáfora de transición.
- Mientras creas, respira profundo, permítete soltar y sanar.
Ritual de renovación emocional
- Cada cierto tiempo (una semana, 10 días) revisa tu arreglo floral.
- Retira las flores que hayan perdido belleza, reemplázalas por nuevas.
- Observa cómo cambian tus emociones al renovar el arreglo.
Integración con tus talleres florales
Los talleres que ofreces pueden ser momentos catalizadores en este proceso. Aquí tienes cómo cada tipo de taller puede entrar en juego emocionalmente:
- Taller de jarrón con flores secas y preservadas: construir un jarrón puede ser un acto simbólico de contener tus emociones.
- Taller de bastidor con flores secas y preservadas: el bastidor sostiene el arreglo, como si sostuvieras tus emociones.
- Taller de letra con flores secas: las letras pueden representar nombres, palabras sanadoras o mensajes que necesitas recordar.
- Taller de marco de foto con flor prensada: puedes incluir flores que simbolicen recuerdos, seres queridos o momentos que quieres honrar.
- Taller de luna de ratán con musgo y flores: la forma circular puede evocar totalidad, ciclos y continuidad.
- Taller de corona con flores: crear una corona puede simbolizar empoderamiento, reparación y autocelebración.
En cada taller, al trabajar con tus manos y tus emociones, transformas un objeto decorativo en un ritual simbólico de sanación.
Consejos para sacar el máximo provecho
- No busques rapidez ni resultados inmediatos: el proceso es gradual.
- Escucha tu cuerpo y tus emociones: si un arreglo te incomoda, modifícalo o cámbialo.
- Lleva un diario floral: fecha, flor, emoción, reflexión breve.
- Combina el ritual floral con otros apoyos (escuchar música suave, meditación, escritura).
- No te juzgues: hay días en los que la flor puede no “sentarse bien” contigo. Eso también es parte del proceso.
- Comparte tu experiencia si lo deseas: hablar sobre lo que haces e s compartir el proceso de sanación.
Atravesar una etapa difícil implica permitirse acompañamientos suaves. Las flores, en su delicadeza y simbolismo, ofrecen una vía para que te reconozcas, expreses y reconstruyas desde dentro. No prometen milagros, pero sí pueden ser manos amigas en el camino. Y tus talleres florales pueden convertirse en espacios seguros donde la creación se convierte en apoyo emocional.
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